
La telemedicina en la prestación de servicios de salud mental
Por: Dra. Lisa Marrero Vega, psicóloga clínica en el Hospital Pavia Hato Rey
A partir de la cuarentena y el cierre de emergencia “lockdown” como medida para mitigar la contaminación y dispersión del COVID-19 la prestación de servicios de salud a la población se vio afectada. Lo mismo ocurrió con los servicios de salud mental ya que las personas dejaron de visitar a sus psiquiatras y otros proveedores de salud mental. El encierro o el miedo de contagiarse agravaron los síntomas a muchas personas con condiciones preexistentes o se los provocaron a aquéllos que no los tenían.
La telemedicina se ha convertido en la alternativa más viable para llegar a estas personas. Se conoce como telemedicina el medio para proveer servicio de salud como por ejemplo evaluaciones, diagnósticos y tratamiento mediante vía electrónica entre proveedor y paciente. El uso de la tecnología de la información y la comunicación (TIC) no es nuevo, comenzó en 1960 cuando en la Universidad de Nebraska se utilizó la telemedicina para transmitir resultados de radiografías; en el área de la psicología se utilizó la videoconferencia en 1961 y en el 1966 se creó un programa de computadora (ELIZA) que simulaba una intervención tipo rogeriana (Soto-Pérez, et al. 2010).
Con los avances de la tecnología, especialmente el desarrollo del internet, se han abierto nuevas oportunidades para alcanzar a la población que recibe tratamientos psicológicos y psiquiátricos para la estabilización de sus síntomas. Surge entonces en el campo de la salud mental, la telepsicología. La Asociación Americana de Psicología (APA, 2013) define la telepsicología como la prestación de los servicios psicológicos utilizando el uso de la tecnología de la información y la comunicación (TIC) como son los videos educativos o videoconferencias, videollamadas, chats y correo electrónicos. Algunos autores han incluido dentro de la telepsicología el uso de la terapia virtual y la de la realidad aumentada (González Peña, et al. 2017). En Puerto Rico, ya en el año 2018 se reguló el uso de las TIC’s para proveer telemedicina. Recientemente se actualizó esta ley respondiendo a la necesidad de la prestación de servicios terapéuticos en tiempos de pandemia y se creó la “Ley para Regular la Ciberterapia en Puerto Rico”, Ley Núm. 48 de 29 de abril de 2020.
La efectividad de la telepsicología se ha investigado desde hace décadas (Olivella-López, et al. 2020). Aunque algunos autores reportan preocupación por el efecto que la telepsicología podría provocar en la relación terapeuta-paciente y en el resultado de las intervenciones, la realidad es que según las investigaciones más recientes, la telepsicología y la psicoterapia presencial mantienen resultados muy similares tanto en términos de la relación terapéutica como en la adherencia al tratamiento. Podemos establecer que la telepsicología es un método confiable dentro de la práctica de la telemedicina, por lo tanto, no hay excusas para que las personas con condiciones de salud mental no atiendan sus síntomas y logren la remisión o estabilización de éstas.
La aplicación de la telemedicina responde a la necesidad actual que la pandemia por el COVID-19 ha provocado y se destaca por sus múltiples ventajas. Algunas de las ventajas son: elimina la exposición a personas y ambientes contaminados con COVID-19; aumenta la cobertura y acceso a la población necesitada, ya que derrumba las barreras geográficas y se elimina la necesidad de desplazamiento de los pacientes; provee fácil acceso a servicios especializados; facilita el acceso a los servicios a aquéllas personas que se sienten estigmatizadas o les preocupa que se les prejuicie por presentarse a una oficina o clínica de salud mental; permite el anonimato; es más económica que la presencial; el paciente puede mantenerse en la comodidad de su hogar, en un lugar seguro e íntimo para sí mismo; es más atractiva para las generaciones jóvenes que pudieran resistirse a ir a una terapia tradicional; se puede ofrecer las 24 horas del día los 7 días de la semana; se pueden usar diferentes dispositivos de fácil acceso como los celulares, computadoras o tabletas; puede facilitar el apoyo social al combinarlo con otras plataformas y el terapista puede supervisar mejor el seguimiento del tratamiento. Además, le permite al terapista mayor creatividad al utilizar diferentes TICs para reforzar sus intervenciones, como lo son los cortometrajes, vídeos educativos y juegos electrónicos, entre otros.
Algunas de las desventajas radican en la accesibilidad al servicio tecnológico, ya que hay zonas donde la cobertura al internet no llega; las personas deben tener cierto conocimiento de su dispositivo y de la tecnología; no es recomendable para situaciones de crisis; puede haber pérdida de señales no verbales y puede haber cierto peligro si la plataforma a utilizarse no protege apropiadamente la privacidad de los participantes. Cabe señalar que al igual que toda intervención, la telemedicina se afecta por las competencias clínicas de los proveedores. Algunas de las condiciones de salud mental donde se ha utilizado la telemedicina exitosamente son: fobias, fobias sociales, trastornos de ansiedad, trastornos afectivos, trastornos alimentarios, rehabilitación cognitiva, abuso de sustancias, psicopatología infantil, conductas adictivas, psico-oncología y otros (Baena, Quezada y Vogt, 2009).
Considerando la necesidad de la prestación de servicios en tiempos de pandemia, se crea la Clínica de Medicina Conductual Parcial Virtual del Hospital Pavia en Hato Rey. Este servicio comprende la intervención de un equipo interdisciplinario altamente competente que incluye a psicólogos (as), psiquiatras, trabajadores sociales, médicos, enfermería, capellán y otros. La plataforma usada para la telemedicina es una robusta y confiable, de modo que se protege la confidencialidad de nuestros pacientes de forma rigurosa. El proceso de solicitar ayuda es uno ágil y amigable, ya que el paciente se contacta con nuestra clínica ya sea por teléfono o por internet y solicita una cita. Si el paciente prefiere el servicio de telemedicina o parcial virtual, se le envían por correo electrónico la cita, el enlace para la misma y la documentación requerida para el servicio virtual. Una vez llegado el día de la cita, el paciente se enlaza a las terapias presenciales utilizando su teléfono celular, computadora o tableta. Las terapias grupales se ofrecen simultáneamente con el grupo del Parcial presencial, mientras que las intervenciones clínicas se realizan individualmente de forma virtual también. De esta forma, la persona recibe un tratamiento holístico, completo y comprensivo desde la comunidad de su hogar. Otra ventaja de nuestra hospitalización virtual es que la receta de los medicamentos se les lleva directamente a los hogares de nuestros pacientes. Cabe señalar, que de requerir el paciente otro nivel de tratamiento se le realizará el referido o se le brindará la ayuda urgente que pueda necesitar. Una vez finalizado el tratamiento virtual, se le provee la documentación de su alta y la coordinación de su cita de seguimiento.
En nuestro empeño por proveer los servicios de la más alta calidad y atemperándonos a las necesidades existentes, la Clínica de Medicina Conductual Hato Rey provee las alternativas para que la población de Puerto Rico reciba un tratamiento de salud mental de excelencia. El servicio de telemedicina dentro del Programa de Hospitalización Parcial Virtual permite que toda persona con síntomas emocionales, conductuales o psiquiátricos pueda recibir de forma rápida y segura el tratamiento para su condición de salud mental y obtener calidad de vida. Rompiendo las barreras geográficas alcanzamos a todo aquél en necesidad ofreciendo un servicio competente, confiable y seguro. Para información adicional, puede comunicarse al 787-641-2323 o al 787-705-7916.
Referencias:
Baena, A., Quesada, M., & Vogt, F., (2009). La e-psicología: Posibilidades y Limitaciones de las Tecnologías de la Información y la Comunicación en la Terapia a Distancia. Revista de Psicoterapia, 19(73), 119-140. Recuperado de: http://www.researchgate.net/publication/319345258
González_Peña, P., Torres, R., Barrio, V., & Olmedo, M. (2017). Uso de las nuevas tecnologías por parte de los psicólogos españoles y sus necesidades. Clínica y Salud, 28(2), 81-91. Recuperado de: https://doi.org/10.1016/j.clysa.2017.01.001.
Guidelines for the Practice of Telepsychology. American Psychology Association (2013). American Psychologist, 68(9), 791-800.
Ley Núm. 169 de 2018. Ley para el uso de la Telemedicina en Puerto Rico. 1 de agosto de 2018. (P. del S.22).
Ley Núm. 48 de 2020. Ley para regular la Ciberterapia en Puerto Rico. 29 de abril de 2020. Rev. 8 de mayo de 2020.
Olivella-López, G., Cudris-Torres, L., & Medina-Pulido, P. L. (2020). La telepsicología: una perspectiva teórica desde la psicología contemporánea. Desbordes, 11(1). Recuperado de: https://doi.org/10.22490/25394150.4078
Santín, J., & Serón, P. (2018). La salud mental digital: Una aproximación crítica desde la ética. Revista de la Asociación Española de Neuropsiquiatría, 38(134), 213-222. Recuperado de: http://dx.doi.org/10.4321/s0211-57352018000200002
Soto-Pérez, F., Franco, M., Monardes, C., & Jiménez, F. (2010). Internet y Psicología Clínica: revisión de las ciber-terapias. Revista de Psicopatología y Psicología Clínica, 15(1), 19-37. Recuperado de: http://www.researchgate.net/publication/271320316