
Estrategias para sobrellevar el duelo en tiempos de pandemia
Por: Licenciada Carolina Rodríguez Ruiz
Psicóloga / Hospital Pavia Hato Rey
Estas Navidades sin duda alguna serán unas para la historia. El año 2020 será recordado como el año de la pandemia y su impacto posiblemente se extienda a futuras generaciones. Cada uno de nosotros hemos sido marcados por momentos de incertidumbre, temor y tristeza por las condiciones sociales que ha generado el virus. Sin embargo, ha sido más difícil aun para aquellos en proceso de duelo por la pérdida de un ser querido, víctima del COVID-19.
La Asociación de Psicólogos Americana (APA, por sus siglas en inglés) sostiene que la pandemia del COVID-19 no solo es una crisis médica, sino que, a su vez, es una crisis psicológica. Junto con la ansiedad, estrés y tristeza colectiva, trae consigo pérdidas y dolor colectivo. Las pérdidas pueden alterar nuestro sentido del yo (como nos vemos y evaluamos a nosotros mismos) y esto verse agravado a su vez por la desconexión social que imponen las medidas de seguridad implementadas para asegurar la salud de las comunidades.
A nivel de Estados Unidos, según las muertes reportadas, investigadores han estimado que aproximadamente 1.7 millones de personas atraviesan duelo a raíz de la pérdida inesperada de un ser querido por COVID-19. El impacto social que esto ha provocado es evidentemente inmenso. Sin embargo, este aproximado no contempla las demás pérdidas experimentadas, como, por ejemplo: sensación de seguridad física y financiera, contacto físico con seres queridos, económicas, de negocios, empleos, pasatiempos, rutinas, actividades recreativas, eventos planificados, celebraciones, reuniones sociales (familiares, de amistades, entre colegas, etc.), la libertad de respirar aire fresco, entre muchas otras más. Estas provocan también sentimientos de angustia, impotencia, tristeza, entre otras emociones difíciles relacionadas al duelo. El duelo es un evento natural, varía de persona a persona, por lo que debemos enfrentarlo sin juzgar y respetando la intensidad y ritmo de cada cual.
La Navidad es un tiempo donde se espera que reinen la fiesta, la alegría y el gozo de compartir con nuestros familiares, pero en tiempos de pandemia, y más aún para los que experimentan duelo, esto parece ser imposible de alcanzar. ¿Cómo entonces navegamos las Navidades con el corazón roto? Sabemos que no será fácil, sin embargo, pasemos a conocer qué herramientas o alternativas tenemos a la mano para hacer nuestro viaje navideño menos turbulento.
- Enfoquémonos en la vida, no la muerte: para los que sufren la pérdida de un ser querido esta estrategia hace posible el aumentar los momentos de alegría y disminuir los momentos de tristeza al prestarle atención a los momentos que disfrutaron juntos, en vez de su ausencia.
- Seamos reales y flexibles: Debemos aceptar que estas Navidades serán distintas y ser flexibles con relación a cómo vamos a celebrar. Puede que no tengamos deseos de celebrar y eso es válido. Sin embargo, las tradiciones navideñas son parte de la historia compartida entre todos en la familia y de la continuación de la vida. Está bien si quieres celebrar como lo hacían siempre para honrar los recuerdos o puedes considerar simplificar las costumbres navideñas en vez de abandonarlas por completo.
- Busquemos apoyo: hablar de nuestros sentimientos nos puede ayudar a mejorar nuestro ánimo y enfrentar los momentos difíciles. Para esto debemos primero identificar nuestra red de apoyo. El apoyo es vital durante el duelo y más durante las navidades, donde los sentimientos de pérdida y soledad se agudizan. Es importante identificar y conectarnos (virtual o presencial) con personas que realmente entiendan lo que es a travesar una pérdida ya sean familiares, amigos o un grupo de apoyo dirigido a duelo. Haz una búsqueda en la internet dirigida a identificar un grupo de apoyo cercano a ti.
- Nutramos nuestro lado espiritual: aun cuando tu fe esté frágil, hay destrezas que podemos practicar para fortalecernos y encontrar paz. Algunas de estas son: (1) expresemos Gratitud, esto nos ayuda a enfocarnos en las cosas positivas que permanecen; (2) conectemos con la Naturaleza, esto anima nuestro espíritu; (3) Aceptación, poco a poco aceptar los cambios que trae la vida y sus retos nos ayudará a disminuir la ansiedad.
- Vamos a cuidarnos: Tomemos conciencia de cómo nos alimentamos y cuánto alcohol vamos a consumir. Evitemos los excesos de azúcares y alcohol que impactan de forma negativa nuestra salud mental. Las Navidades no son Navidades si no nos damos un banquete, pero es más sabio balancearlo con moderación a través de toda la época festiva. En adición, mantenernos activos es parte de cuidarnos. Estudios han demostrado que la actividad física provoca la liberación de químicos en nuestro cuerpo que nos ayudan a sentirnos bien. Hacer ejercicio regularmente aumenta la autoestima, mejora nuestra concentración, el sueño, en fin, nos mantiene saludables. Así que, ¡a moverse mi gente!
- ¿Cuándo buscar ayuda? – Según APA, la mayor parte de la gente supera el proceso de duelo; los síntomas gradualmente desaparecen y recuperan la alegría de vivir. Lamentablemente, hay casos en los que el duelo permanece y se agudiza con el tiempo. Esto se conoce como duelo complicado y algunos de sus síntomas, según Mayo Clinic, pueden incluir: angustia, dolor y tristeza intensa, pensamientos constantes sobre la muerte del ser querido, dificultades para aceptar la muerte, desapego o entumecimiento, sentimiento de culpa, que la vida no tiene sentido, falta de concentración y confianza en los demás, entre otros. Si experimenta varios de estos síntomas, acuda a un profesional de la salud mental. No hay por qué apenarse por esto. Al igual que vamos al médico para atender condiciones físicas, puede que tengamos que ir a un profesional de la salud mental para lograr sanar nuestro duelo.
Hay muchas más alternativas que podemos considerar. Somos seres sociales y por tal razón, la más importante es mantenernos en contacto con los demás. Aun cuando no nos podemos tocar, abrazar, besar, acariciar, podemos conectarnos gracias a la tecnología. Recordemos que, aun en tiempos difíciles, nuestra naturaleza humana es de adaptación y resiliencia. Hemos sobrevivido tantas adversidades. Somos fuertes y capaces de grandes cosas. Solo necesitamos hallar herramientas adecuadas para vivir plenamente, en armonía con la vida y fortalecidos ante sus retos.
Para información adicional, puede comunicarse al 787-641-2323 o 787-705-7916.